Efectos cuando visionamos y aceptamos, o ignoramos y/o rechazamos la inevitable transformación
Es bien conocido el experimento de la rana que ponemos dentro de un recipiente de agua y que vamos calentando lentamente hasta que ésta muere hervida sin darse cuenta, y en cambio, si la ponemos de golpe con agua muy caliente salta escaldada del recipiente y se salva.
Lo mismo está pasando actualmente en muchas industrias que se están transformando debido al cambio climático y (o gracias) a la tecnología, como pueden ser el comercio minorista, la movilidad, el turismo, la banca comercial o tantos otros. El hecho es que muchas o prácticamente todas se han visto afectadas por el cambio de modelo económico desde el inicio de la recesión en 2008 y la posterior aceleración y puesta en evidencia con la sacudida de la pandemia del 2020.

La digitalización de la nueva época y modelo económico en el que estamos entrando y que esperamos nos lleve hacia uno más sostenible –medioambiental, social y económico– es inevitable y cuando antes lo abracemos, antes volveremos hacia un estado de desarrollo positivo, o nos pasará como la rana y nos moriremos por asfixia y obsolescencia al no haber reaccionado a tiempo.
Enrique Dans en su excelente artículo “La industria relojera suiza es cosa del pasado” nos ofrece un claro ejemplo de cómo la digitalización de la prestigiosa industria relojera está sumergida como la rana –nunca mejor dicho– en esta dolorosa situación de obsolescencia, y en cambio, la automovilística mundial está reaccionando debidamente con mayor o menor éxito y proyectándose hacia el futuro. Todo es cuestión de perspectiva, análisis y coraje para afrontar los cambios inevitables que ya resultan evidentes.

Y tú, ¿estás reaccionando positiva y suficientemente o te estás muriendo soñando que vuelvan los desaparecidos (para siempre, si me lo permites) «mejores» tiempos del pasado? ¿Qué haces para abrir tu perspectiva y visionar tu estrategia?